Además de escuchar la lectura semanal de la Torá en la sinagoga, un judío observante debería leer la Torá en privado al menos dos veces a la semana, junto con una traducción del Tárgum de Onquelos y los comentarios de Rashi.
Además, aunque no es requerido por ley, existe una costumbre entre los asquenazíes de leer también una porción de los Profetas (la haftará semanal) junto con su correspondiente Tárgum.
Según esta costumbre, el practicante debe leer todas las semanas, la parashá semanal dos veces en hebreo y una vez en arameo, según la traducción del Tárgum de Onquelos.
El momento más propicio para el estudio es el Viernes por la mañana, antes del inicio del Shabat, después de la oración matinal de Shajarit.
Estando todavía vestido con el talit y llevando puestas las filacterias.