Esta cadena montañosa está compuesta principalmente por facies keuper, que incluyen bloques de diferentes litologías como ofitas, facies muschelkalk, areniscas y calcarenitas miocenas.
Estos materiales y su disposición geológica han dado lugar a un paisaje caracterizado por una apariencia ruiniforme debido a la presencia de bloques englobados en las facies keuper.
[1] La sierra de Abanilla presenta un relieve montañoso con formas irregulares y escarpadas.
[1] La sierra de Abanilla posee un valor geológico y paisajístico particular.
Además, la sierra alberga una variedad de especies vegetales y animales adaptadas a este tipo de entorno, lo que contribuye a su riqueza biológica.