En la década de 1990 fueron reintroducidos cérvidos, más precisamente venados (Cervus elaphus) y corzos (Capreolus capreolus) en la Sierra de la Lousã, viviendo en total libertad.
Existe una gran diversidad de especies muchas endémicas y otras introducidas.
Respecto a la flora endémica esta es típicamente mediterránea (roble portugués, madroño, plantas odoríferas y alcornoque); en las partes más altas hay plantas casi exclusivamente de la Sierra los urzais, tojais, giestais y carquejais; por fin, el ser humano ha introducido diversos tipos de pinos, acácias, abetos, eucaliptos, cedros y muchas otras especies.
Es una región con bastantes precipitaciones (1000-1800 mm), generalmente las estaciones con mayor lluvia son el otoño, invierno y comienzo de primavera.
Sobre el sector turístico su património historio y cultural más conocido son las Aldeas de Xisto;[2] respecto a lo que se ha referido anteriormente se pueden recorrer los caminos serranos estando señalizados y son en general accesibles.