A las religiosas de este instituto se les conoce como siervas de la Caridad y posponen a sus nombres las siglas A.D.C.
[2] Las primeras religiosas vistieron el hábito en 1952, entre ellas la fundadora que cambió su nombre por María Crucificada.
Rápidamente, el instituto se expandió por varias localidades del territorio bresciano y luego por Italia, entre las que destacan las fundaciones de Údine, Ragusa y Trieste.
Las primeras fuera de Italia se fundaron en Yugoslavia (1940).
[1] Las Siervas de la Caridad se dedican a la asistencia hospitalaria, trabajan incluso en los hospitales civiles.