Silvio Fernández Melgarejo

Debido a la ley franquista en la que la esposa no podía sacar dinero del banco,[7]​ el dinero que mensualmente ingresaba la familia de Carolyn debía ser retirado cada mes del banco por el marido, en este caso Silvio.

Sin llegar a salir de los aeropuertos continuó este particular periplo por toda Europa, cogiendo uno detrás de otro el primer avión que iba saliendo y, por supuesto, sin parar de beber durante todo el trayecto, así hasta que se le terminó el dinero.

Algunos de sus temas más conocidos están dedicados o incluyen menciones a temas locales, como las vírgenes o el Rey San Fernando, aunque desde la perspectiva del rock, lo cual creaba una visión inclasificable.

[8]​ Otro de los sellos más representativos de la carrera de Silvio fueron sus imprevisibles directos, conciertos que dejaba abiertos a la inspiración del momento y en donde podían darse todo tipo de situaciones, poseía una magia especial y un gran dominio del escenario, mostrando siempre una enorme cercanía y conexión con el público, como reconoce Luz Casal en un documental dedicado a Silvio, A la diestra del cielo.

Aparte de este hecho, su historia ofrecía muchas lagunas, tales como el periodo en que vivió en Ámsterdam.

Silvio también hace referencia a esta afición por la artes marciales en una entrevista de TVE realizada por Paco Pérez Bryan para el programa Música Golfa en 1989.

Muchos conocidos fueron a despedirlo el día de su entierro; entre ellos se encontraban Pive Amador, con quien compartió largas tertulias filosóficas, Kiko Veneno, Luz Casal, Raimundo Amador, Gualberto García, Jesús Quintero, cada uno con una historia que contar sobre el cantante.

En Madrid le dedicaron ese mismo año un homenaje de una semana de duración en el local La Boca del Lobo, bajo el título «Solemne Quinario del Rock Sevillano».

El homenaje consistió en proyecciones, exposiciones, actuaciones en directo y conferencias a cargo de Diego A. Manrique, entre otros.

También en Granada hay una calle en su memoria, inaugurada en 2012, con el nombre «Paseo Rockero Silvio Fernández Melgarejo», así como en su pueblo natal, La Roda de Andalucía (Sevilla).

Previo a este documental se editó en 1991 el libro Silvio: Vengo Buscando Pelea, de Alfredo Valenzuela y Pive Amador, con apuntes biográficos y numeroso anecdotario sobre el artista.

Calle Rockero Silvio en el barrio de Los Remedios de Sevilla.