En ese mismo año fue elegido diputado al Congreso General Constituyente.
Ocupada Monterrey por las fuerzas intervencionistas, De la Garza Melo actuó como gobernador en diversos pueblos del Estado.
En agosto logró poner a las órdenes de Escobedo, en Lampazos, 600 hombres.
El gobierno imperialista lo nombró presidente del Tribunal Superior de Justicia en 1866, pero no ejerció este cargo.
Desde 1852, siendo estudiante, empezó a publicar sus escritos en prosa y en verso en el Periódico Oficial.