Las proteínas con simetría helicoidal tienden a formar estructuras que están más abiertas por los extremos, con las subunidades añadidas según una oredenación en espiral.
La más sencilla es la simetría cíclica, que implica la rotación alrededor de un eje único.
[1][2] Son posibles simetrías rotatorias más complejas, pero solo unas pocas se encuentran con regularidad.
Cada cara triangular está constituida por tres protómeros, y a su vez cada protómero contiene una única copia de cuatro cadenas polipeptídicas diferentes, tres de las cuales son accesibles a la superficie externa.
Las 20 caras de la cubierta icosaédrica que encierra el material genético (RNA) están formada por 60 protómeros.