Simone I de Ventimiglia

Cuando Carlos V quiso aplicar al reino los impuestos habituales, se produjo un importante malestar del pueblo siciliano, que rechazó inicialmente tal imposición, alegando que el reino de Sicilia se había entregado libremente al su antecesor, sin impuestos de ningún tipo y así debería continuar.

Di-Biasi lo describe como ajeno a toda práctica de la buenas costumbres, invadido por la avaricia, vicio que se generalizó por el reino bajo su mandato.

La situación política se degradó hasta tal punto que peligró la seguridad ciudadana.

A tal punto, se conserva en la Real Academia de la Historia una nota del emperador Carlos I reconociendo el buen abastecimiento y soporte recibido por la flota en su recalada en Sicilia.

[18]​ En 1541 Simone fue confirmado por tres años en su cargo de presidente del reino.

Sea como fuese, Simone reaguarnicionó a los soldados en varios puntos distintos, quedando el grueso en Catania, y acto seguido hizo ejecutar a los promotores de la revuelta, disponiendo sus cadáveres expuestos en el camino al mar.

Finalmente, cuando los soldados regresaron a España, todos aquellos implicados en alguna acción punible tuvieron un juicio ejemplarizante.

Casa de Moncada durante el Virreinato de Sicilia, actualmente integrada en la casa de Medinaceli .