El edificio sagrado se encuentra en el área que una vez fue habitada por la comunidad judía de Pitigliano, que se caracteriza por callejones estrechos y arcos muy llamativos.
Una placa en su interior atribuye la fundación a Jeudà, hijo de Shebbetai.
En la puerta de entrada hay una inscripción que dice: Dentro del templo hay muebles que se remontan al siglo XVI y al siglo XVII.
Esta última restauración ha permitido recuperar completamente el lugar de culto y devolverle su antigua gloria.
La Sinagoga y el museo contiguo se pueden visitar todos los días (excepto los sábados).