En efecto, esta operación fue muy importante, ya que abrió una etapa de mayor desarrollo en la industria telefónica nacional, pues se unificó la red y se introdujeron equipos automáticos de batería central que desplazaron a los costosos equipos manuales de batería local.
Además, las 32 secciones que integraban éste sindicato, por unanimidad apoyaron la unificación de todos los telefonistas, la que se llevaría a efecto precisamente el 1º de agosto.
Ahí se dio a conocer que el nuevo sindicato aglutinaba a 5700 telefonistas, la Declaración de Principios y los Estatutos que regirían a la nueva organización obrera, cuyo lema sería: “UNIDAD Y LUCHA SOCIAL”.
También se informó que el Comité Ejecutivo Nacional y Nacional de Vigilancia estarían integrados por trabajadores de los dos sindicatos, siendo el primer secretario general del STRM Fernando Raúl Murrieta.
En 1952, el sindicato se afilió a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y al Partido Revolucionario Institucional (PRI).