Ambas constan de un único movimiento y utilizan un coro mixto cuyo texto ensalza las ideas marxistas o socialistas.
Las dos sinfonías surgieron en una época en la que los artistas soviéticos tenían libertad para crear arte a su antojo.
Al parecer, el compositor veía la revolución como una señal para introducir nuevas ideas musicales, especialmente en el ámbito de la forma.
[2] En una carta a Boleslav Yavórskiy, Shostakóvich dijo que la obra «expresa el espíritu de la reconstrucción pacífica»; por otra parte, la mayor parte del material que precede al final es oscuro y a veces de tono sarcástico.
Las representaciones posteriores en Occidente, aunque escasas (Leopold Stokowski en 1932 y Frederick Stock en 1933), solían eliminar el coro prosoviético del final.
Ciertos patrones rítmicos aparecen a lo largo de la obra para ofrecer cierta unidad, pero las transformaciones y relaciones temáticas tradicionales están ausentes.
Tomada en pasajes individuales, la música funciona en su mayor parte, pero como sinfonía, su construcción se vuelve frágil debido a su falta de coherencia.
El texto es una alabanza al Día de Mayo y a la revolución que celebra la fiesta internacional del trabajo.
Наше Первое мая, В посвисте пуль горя, Штык и наган сжимая, Брало дворец царя.
Павший дворец царя - Это ещё заря Мая, вперёд идущего, Светом знамён горя.
Первое мая наше - В будущее паруса - Взвило над морем пашен Гулкие корпуса.