Siris (en griego antiguo: Σῖρις) fue una antigua ciudad de la Magna Grecia, en la desembocadura del río del mismo nombre que desagua en el golfo de Tarento (moderno río Sinni).
Una tradición le atribuía un origen troyano, dado que allí se erigía una estatua de madera de Atenea Ilias.
Sobre la vieja ciudad de los nativos se establecieron colonos de Colofón que habían huido de su ciudad cuando cayó bajo el dominio de Lidia y se establecieron en Siris hacia el 700 a. C. Ya la menciona Arquíloco que escribió en el 660 a. C. Los colonos jónicos le dieron el nombre de Polieio (Polieum) pero el nombre local de Siris, que también llevaba el río, se acabó imponiendo.
La riqueza de la ciudad la llevó a costumbres excéntricas y hábitos afeminados, como en Síbaris.
Según Estrabón la vieja Siris fue establecida como puerto de la nueva colonia,[1] pero no la menciona ningún autor más.