En septiembre de 1980, el presidente iraquí Sadam Husein lanzó un ataque sorpresa sobre Irán e invadió su territorio en un amplio frente.
Dicha división incluía entre 500 y 600 tanques, así como algunas unidades de fuerzas especiales, que en total hacían 20.000 hombres.
La resistencia iraní se mostró demasiado fuerte, por lo que los comandantes iraquíes decidieron pedir refuerzos.
La mayoría de las fuentes estiman que una sola brigada defendía Jorramchar apoyada por dos reservas operativas más al norte.
Gran parte de la ciudad, incluida la refinería petrolífera, fue gravemente dañada o destruida por los bombardeos.