Tras un corto período que los cónsules romanos utilizaron para reorganizarse y dar un respiro a sus hombres tras la batalla naval frente al cabo Ecnomo, de la que salieron victoriosos, sus naves se dirigieron sin encontrar resistencia hacia el cabo Bon (actualmente Túnez), y tomaron tierra cerca de la ciudad de Aspis.
Luego de otorgar un nuevo descanso a las tropas por la travesía marítima, los romanos vararon sus embarcaciones en una playa y excavaron un foso con el que protegerlas, para finalmente poner Aspis bajo asedio.
Una vez el asentamiento se hubo sometido ante los latinos y estos seleccionaron una guarnición, los cónsules decidieron redactar un informe al Senado, tras lo que se dedicaron a lanzar razias sobre aquella gran y fértil región.
Requisaron abundante ganado, obtuvieron botín e incendiaron las granjas de los adinerados terratenientes púnicos.
Mucho tiempo más tarde, Aspis volvería definitivamente a manos romanas y sería denominada Clupea, el equivalente en latín del término púnico Aspis, ya que ambas palabras significan «escudo».