En 1068, el líder normando movilizó a sus tropas frente a la ciudad de Bari, inicialmente Roberto ofreció términos a los habitantes de la ciudad con la esperanzas de tomar la ciudad sin presentar combate, pero los bizantinos rechazaron los términos y los normandos comenzaron a atacar el 5 de agosto de ese año.
Debido a la falta de experiencia de Roberto Guiscardo en cercos, la ciudad seguía recibiendo suministros desde Constantinopla.
Si bien la ciudad seguía recibiendo suministros y apoyo militar, no mejoró mucho el panorama para los bizantinos.
En 1069, Romano IV Diógenes envió un ejército bizantino, pero fueron derrotados en una batalla a campo abierto por los normandos.
Finalmente, tras el prolongado asedio y acechados por el hambre, los cansados habitantes decidieron entregar la ciudad el 15 de abril de 1071.