Sitio de Bizancio (478 a. C.)

El sitio de Bizancio fue el principal y último esfuerzo principal del Imperio Aqueménida por retener el control de Grecia.

Se libró una campaña militar dirigida por el regente espartiata Pausanias como comandante en jefe de los griegos y cuyas fuerzas ascendían a 20 trirremes peloponesios, 30 naves atenienses bajo el mando de Arístides,[1]​ y un contingente de los otros aliados.

Los persas fueron obligados a rendirse.

[2]​ La ciudad fue invadida por la Liga de Delos y después de un breve sitio, los persas perdieron completamente el control de Tracia.

Así terminaba la presencia persa en Europa, dando paso a un periodo de agresiones griegas en el extranjero por el Mar Mediterráneo.