Fue inaugurado en 2019 en el sótano del edificio Circular de Morelia no.
[3] Dicha instalación funcionó como centro clandestino de tortura y detención transitoria.
8, testimonios indican que era el sitio a donde eran llevados los detenidos por la DFS y la Brigada Blanca, en donde eran fichados y fotografiados, torturados y se decidía su destino, si ser liberados, desaparecidos forzadamente temporal o permanentemente asesinándolos, encarcelados en la Cárcel de Lecumberri o ser llevados al Campo Militar Número Uno que también fungió como centro de detención clandestina,[1][5] dependiendo su estatus dentro de las organizaciones opositoras.
Su número telefónico no estaba registrado en el directorio telefónico, y cuando se llegaba a marcar al mismo por error, se daba información falsa.
[7] Vecinos del edificio afirman haber escuchado "terribles quejidos" provenientes de su interior.