Durante esa noche, Megabates envió a un mensajero hacia Naxos para avisarles que el ejército persa se acercaba.
Cuando los persas y sus aliados jonios llegaron, los naxios estaban preparados para el consiguiente sitio.
Entre la Grecia continental y las colonias jónicas, en mitad del Mar Egeo estaban las islas de las Cícladas, las cuales eran independientes.
[6] Más tarde, esa noche, Megabates envió un mensajero a los naxios para advertirlos acerca de la inminente invasión.
[7] Pero cuando las noticias llegaron, tomaron todo lo que había en los campos, reunieron suficiente comida para resistir el sitio y reforzaron sus muros.
[7] Percatándose de que no podrían tomar la ciudad, le construyeron a los exiliados una base en la isla, y partieron.
[1] Perdieron mucho dinero y Aristágoras, quien había prometido pagar los costos de la campaña, no lo hizo.
[11] Naxos fue capturada durante el segundo sitio de la isla en 490 a. C.[12] Al final esta batalla fue importante, porque mostró a los griegos y a otros pueblos sometidos por el Imperio persa, que los persas no eran tan fuertes como solían serlo.
Muchos piensan que pudo haber sido el mismo Aristágoras, en un intento por incriminar a Megabates.
Además, otras especulaciones han concluido que un marinero griego simpatizante informó a los naxios.