[2] Especialistas como Rosselló Bordoy,[3] Natacha Seseña o Corredor-Matheos aceptan su relación con la cerámica minoica cretense.
[4] Como instrumento se usó por ganaderos y pastores para controlar sus rebaños e incluso componer canciones que perviven en algunas danzas folclóricas mallorquinas.
Figuritas y formas similares se dan en otras islas del Mediterráneo (Ibiza, Cerdeña o Creta), y también en la Península ibérica (por ejemplo los pitos de Andújar, asimismo silbatos de barro).
[1] La etnógrafa Guadalupe González-Hontoria explica la tradición de comprar el siurell en ferias o romerías y llevarlo a los niños que habían confiado su dinero al padre, tío o vecino que hizo la comanda.
Antiguamente se fabricaban en muchos alfares de la isla de Mallorca, la mayoría desaparecidos: Llubí, Felanich, Sinéu, Manacor, Petra... Continúa la producción en Inca, Santa María del Camino y especialmente en dos localidades del municipio de Marrachí: La Cabaneta y Pórtol, y en otro centro exclusivo: Consell.