Su producción cesó en 1940, siendo sobrepasado por los modelos con eyector manual más resistentes.
[1] Estos revólveres con cañón basculante fueron diseñados para recargarse rápidamente y porte oculto, ya que el martillo era interno y no se enredaría en la ropa al sacar el revólver de un bolsillo.
[2][3] En 1952 se aplicó el concepto del martillo oculto al armazón "J" de Smith & Wesson.
[1][4] Aunque pocas empresas copiaron el seguro en la empuñadura, el martillo oculto demostró ser popular en otras empresas, tales como Iver Johnson y Harrington & Richardson.
Los revólveres Centennial (sin seguro en la empuñadura) todavía son producidos por la Smith & Wesson y han sido copiados por otras empresas armeras.