Sobre el concepto de historia

[1]​ A lo largo del ensayo, Benjamin hace uso de analogías poéticas y científicas para exponer su crítica al historicismo.

Walter Benjamin, como muchos intelectuales judíos alemanes y austríacos apátridas, ya no estaba a salvo en Francia.

El texto está compuesto por 20 breves párrafos numerados: 18 tesis y 2 apéndices.

Todas las Tesis se articularán a partir de la oposición entre "materialismo histórico" e "historicismo".

La Tesis IV viene introducida por una cita de Georg Wilhelm Friedrich Hegel: «Buscad primero comida y vestimenta, que el reino de Dios se os dará luego por sí mismo».

En la Tesis VIII, Benjamin ataca la visión progresista de la historia que lleva a algunos a horrorizarse de que un fenómeno como el fascismo tenga cabida en el presuntamente avanzado y desarrollado siglo XX.

Benjamin invierte así el materialismo histórico de Marx, centrado en presagiar un futuro revolucionario, para afirmar que la verdadera tarea del materialismo histórico debe ser la de "salvar el pasado".

[3]​ La Tesis IX completa: Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus.

Allí donde nosotros vemos un encadenamiento de hechos, él ve una única catástrofe que acumula incesantemente una ruina tras otra, arrojándolas a sus pies.

Para ello alude a tres razones: la fe incondicional de los políticos en el progreso, su confianza en las masas, y su inserción dentro del aparato burocrático de la política institucional, que la lleva a aceptar todo resultado democrático como legítimo.

La Tesis XIII está precedida de una cita del socialdemócrata Joseph Dietzgen, que considera que el pueblo es cada vez más sabio y la revolución está cada día más cerca.

Benjamin piensa, frente a esto, que la crítica marxista habrá de ir destinada no solo a esta concepción lineal de un progreso supuestamente incesante, sino a la representación del tiempo como homogéneo y vacío, marco en el cual, para Benjamin, se encuadra necesariamente la representación del progreso del ser humano en la historia.

En la Tesis XIV Benjamin expande lo expuesto en la Tesis XIII, argumentando que a la representación de la historia como un tiempo homogéneo y vacío Robespierre contrapuso una visión de la Revolución como una Roma que retorna.

Frente a ello, Benjamin reivindica el salto dialéctico, en un sentido marxista y revolucionario.

En la Tesis XV, Benjamin se ocupa de la revisión del tiempo que, históricamente, han tendido a realizar las revoluciones.

Recuerda que la Revolución Francesa introdujo un nuevo calendario, cuyo primer día tiene por función la aceleración histórica del tiempo.

La Tesis XVI consiste en una crítica de la visión mecanicista del progreso que caracteriza al historicismo.

En la Tesis XVII, Walter Benjamin contrapone dos formas de hacer historiografía: la de la historia universal del historicismo, que se limita a acumular acontecimientos dentro de un tiempo vacío, sin ningún fundamento teórico, y la del materialismo histórico, que es constructiva en tanto que se acerca al momento mónada de la historia en el que reconoce una posibilidad mesiánica y redentora, una «coyuntura revolucionaria en la lucha en favor del pasado oprimido».

Esta religión experimenta el pasado como una conmemoración, y prohíbe la adivinación del futuro sin por ello verlo como un tiempo vacío, ya que comprende que en cualquier instante de ese tiempo futuro puede entrar el Mesías.

En 1947 se publicó una traducción francesa de Pierre Missacen en la revista Les Temps Modernes.

Dibujo de Paul Klee en 1920 adquirido por Walter Benjamin, quien lo utilizó como referencia para su teoría 'El ángel de la historia'