Solanum chrysotrichum

Hojas solitarias, ampliamente ovadas, hasta 40 cm de largo, ápice agudo, base truncada o cordada, enteras o con lobos salientes, afelpadas, el tomento frecuentemente ferrugíneo.

El fruto es una baya globosa, 1–1.5 cm de diámetro, glabra, verde, pedicelos fructíferos gruesos, no alargados, erectos; semillas aplanadas, 2.2–2.6 mm de diámetro.

[1]​ Es una especie común, que se encuentra en sitios alterados, en la zona norcentral; a una altitud de 1100–1600 metros; fl casi todo el año, fr may–sep;[2]​ desde México a Sudamérica.

Solanum chrysotrichum fue descrita por Diederich Franz Leonhard von Schlechtendal y publicado en Linnaea 19(1): 304–305.

[1]​ Solanum: nombre genérico que deriva del vocablo Latíno equivalente al Griego στρύχνος (strychnos) para designar el Solanum nigrum (la "Hierba mora") —y probablemente otras especies del género, incluida la berenjena[3]​— , ya empleado por Plinio el Viejo en su Historia naturalis (21, 177 y 27, 132) y, antes, por Aulus Cornelius Celsus en De Re Medica (II, 33).