[1] Según Tucídides, en la colina donde se asentaba Soligea se habían establecido antiguamente unos pobladores dorios que habían mantenido una guerra contra los Corintios, que pertenecían a la tribu de los eolios.
Los corintios, dirigidos por Bato y Licofrón, fueron a proteger la aldea de Soligea, que no tenía murallas, y atacaron a los atenienses.
Tras un largo enfrentamiento en el que los corintios se llevaron la peor parte, llegaron refuerzos en apoyo de los corintios y los atenienses se vieron obligados a reembarcar.
Tucídides ofrece un balance de 212 muertos entre los corintios, incluido Licofrón, por unos 50 entre los atenienses.
[2] Según cuenta Polieno, los atenienses emplearon una estratagema consistente en desembarcar primero una parte de sus tropas que se escondieron y cuando los corintios acudieron para tratar de evitar el desembarco de los demás, salieron los que estaban emboscados y causaron grandes pérdidas a los corintios.