El abeto alpino y el alerce occidental también son componentes importantes de un buen hábitat para estas aves.
[5] En el siglo XIX los machos y las hembras fueron descritos como especies separadas.
En 1873 Henry Henshaw se dio cuenta de que pertenecían a la misma especie.
Y así quedó reflejado en la obra de Robert Ridgway, The Birds of North and Middle America, Parte 6 (1914).
Son aves territoriales que martillean con el pico en los troncos para anunciar su propiedad.