Estos gusanos son capaces de modificar el comportamiento del huésped: una vez que el gusano crece provoca que el huésped salte al agua y se ahogue.
El gusano adulto vive y se reproduce en el agua.
La larva microscópica se desarrolla en el interior del insecto parasitado y llega a formar gusanos que pueden ser más grandes que el huésped.
Diferentes estudios han demostrado que los grillos que contienen el parásito expresan, o crean, proteínas diferentes a las de los grillos no infectados.
Algunas de estas proteínas se ha constatado que tienen actividad neurotransmisora, otras actividad geotáxica o cambios en la respuesta del cuerpo a la gravedad.