Stéphane Lupasco

Bien que pensadores reconocidos se hayan inspirado de su obra, como Edgar Morin o Gilbert Durand, su influencia sobre el pensamiento del siglo XX aún es poco estudiada.

Después de terminar la secundaria en el Lycée Buffon, Lupasco estudió filosofía, biología y física en la Sorbonne.

En 1945, Lupasco fue nombrado Investigador Asistente del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, cargo que debió abandonar en 1955 porque sus jefes no supieron a qué área de conocimiento se debía asignar su trabajo.

Continuó publicando entre 1970 y 1980, siendo su última obra L’Homme et ses Trois Ethiques (El Hombre y sus Tres Éticas), que apareció en 1986, apenas dos años antes de su muerte.

Un hecho por lo tanto, sea cual sea, experimental o mental, sensible o intelectual, es considerado como lógico en la medida que está marcado por aquellos rasgos, condicionado por aquellas nociones y engendrado por aquellas implicaciones, independientemente de saber si esta marca, ese condicionamiento y esta deducción es de la mente que conoce o de cualquier otra realidad - eso, es otro problema."

Sola la afectividad es para él "alogica" porque es no relacional; de la afectividad sola se puede decir que ella es: "su rasgo intrínseco es el de ser; ella es, simplemente y enigmáticamente."