Informa que Alicia Western, una “mujer blanca judía de veinte años”, ingresó en Stella Maris hace seis días por tercera vez en su vida.
Entre los mencionados y a veces discutidos en las conversaciones se encuentran Alexander Grothendieck (con quien Alicia trabajó una vez), Kurt Gödel, Richard Feynman, George Berkeley, Ludwig Wittgenstein, Bertrand Russell, Sigmund Freud, Carl Gustav Jung, Richard von Krafft-Ebing, Immanuel Kant, Platón, Oswald Spengler y Johann Sebastian Bach.
Alicia es hija de participantes delProyecto Manhattan, la madre estuvo enferma mental durante mucho tiempo y el padre mayoritariamente ausente.
Él está fascinado por la paciente altamente inteligente, mientras que ella a veces intenta interrogar al psiquiatra sobre su vida.
Sin embargo, hacia el final de la novela, ella le confía el secreto de su amor incestuoso por su hermano y le pide poder tomarle la mano, "porque eso es lo que hace la gente cuando espera que algo termine".
Se suponía que su hermano contaría la historia en retrospectiva, siete años después de su muerte.
Luego, la idea de la trama se dividió en las novelas El pasajero y Stella Maris.
[7] Beejay Wilcox criticó en The Guardian que el nihilismo de McCarthy en Stella Maris ya no parecía "atrevido" como antes, sino simplemente "banal".
Explica que Alicia, a quien su hermano atrajo con absoluta admiración en El pasajero, aparece en Stella Maris como una personalidad brillante pero también falible.
En el medio, y esto no es una contradicción, los humanos se mueven como la cosa más cruel que la naturaleza haya producido jamás.” [10]