[7] En el bando opuesto murieron un total de 13 personas, incluyendo tanto bajas en combate como civiles linchados por partidarios del Gobierno.
La 2.ª División Orgánica tenía su cuartel general en Sevilla y jurisdicción sobre todas las guarniciones de Andalucía.
[22] Además en casi todas las unidades la tropa, formada por soldados de reemplazo, era mayoritariamente izquierdista.
El general Villa-Abrille fue informado, pero, al no conseguirse verificar la noticia, se marchó a casa sin tomar ninguna medida.
[41] Sin embargo, en ese mismo momento los golpistas del regimiento de Artillería Ligera estaban preparando dos baterías para el combate.
[44] Entre tanto, muchos oficiales golpistas entraban y salían del despacho de Cuesta.
Villa-Abrille salió al patio e increpó a este para que cesara aquel movimiento.
[46] Como la puerta del despacho no tenía llave, Queipo puso de vigilante a un cabo con un fusil.
[48][49] Cuesta se quedó para dar los últimos retoques al bando de guerra y hacerlo imprimir.
[57] Yendo hacia la plaza Nueva se encontraron con una compañía de guardias de asalto a los que engañaron diciendo que estaban a favor del Gobierno, tras lo cual todos caminaron juntos hasta la plaza.
[64] Por su parte, Varela pidió ayuda al coronel Mateo, jefe del regimiento de Caballería, que envió una sección a proteger el gobierno civil.
Sin embargo, los artilleros pidieron escolta a los de caballería y estos se la dieron con naturalidad.
Entre tanto varios oficiales de caballería que habían permanecido en el cuartel arrestaron al coronel Mateo y unieron su unidad a la sublevación.
Algunos caminaron hasta el Parque de Artillería para pedir armas, pero a las puertas del cuartel fueron tiroteados sin previo aviso por los militares, muriendo once personas.
[70] El combate en la plaza Nueva entró en su momento decisivo hacia las 18:15,[71] cuando llegaron los artilleros y desplegaron dos cañones contra las posiciones de las fuerzas leales al Gobierno.
Este último fue izado para evitar que los sublevados pudiesen cruzar a la orilla de Tablada.
Algunos camiones pudieron dar media vuelta y huir mientras el resto de la columna se desbandó a pie.
[88] El día 20 los sublevados lanzaron un primer asalto, fallido, al mando del comandante Castejón.
[89] Sí consiguieron apoderarse de Dos Hermanas, último obstáculo en la comunicación terrestre entre Sevilla y Cádiz.
[92] Esta fuerza levantó el asedio al cuartel de la Guardia Civil en la calle Pagés del Corro.
[90] Al igual que ocurrió en Triana, en los barrios populares de la Macarena, San Gil y San Julián las milicias de izquierdas levantaron barricadas y se prepararon a defenderse esperando recibir refuerzos.
Los sublevados utilizaron como escudos humanos a mujeres y niños, de los cuales murieron al menos dos.
[89] El 21 por la tarde hubo un nuevo ataque, esta vez de legionarios por la Macarena, que también fracasó.
El objetivo general era llegar a la calle Valderrama, detrás del asilo de San Luis (por aquel entonces Hospicio Provincial).
Las barricadas se batieron con bombas de mano, tomándolas después a cuchillo con empuje arrollador».
Los sublevados se apoderaron así del barrio de la Macarena y fusilaron a toda persona capturada con un arma en la mano.
Probablemente los verdaderos líderes de las milicias habían sido los dirigentes del PCE, que lograron esconderse y huir al terminar los combates.
[95] Ese mismo día también se apoderaron de Carmona, último obstáculo en la ruta entre Córdoba y Sevilla, así como El Arahal.
[100] Ello resultó decisivo para que las fuerzas progubernamentales aplastasen la sublevación tanto en Barcelona como en Madrid.
[7] La estimación más baja publicada es la del general franquista Ramón Salas Larrazábal, que la limita a 2417 ejecutados en toda la provincia.