Sueño del Juicio Final

Es el primer Sueño, y se caracteriza por ser el más escueto, jocoso y desenfadado, a diferencia de otras obras quevedescas del mismo período como El Buscón.

[2]​ Esta narración comienza al insertar siete textos clásicos, entre ellos uno de Homero.

[4]​ El narrador observa el espectáculo desde una cuesta y señala varias dificultades para percibir los sucesos, lo que brinda de un inusitado dramatismo a la escena.

[6]​ Por último, el desorden estructural y la carencia de lógica permiten a Quevedo representar el azoro de los seres humanos desprevenidos ante la llegada del Juicio.

[7]​ Una escena que podría considerarse majestuosa y soberana se convierte en una parodia plagada de ironías e irreverencias.

Ilustración del Juicio Final en una edición de 1699 ( Amberes , Henrico y Cornelio Verdussen).