Entre los factores que influyen en el suicidio se incluyen el desempleo y las presiones sociales entre otros problemas que suelen desembocar en un diagnóstico de depresión.
Debido a ello, el INE no facilita datos desagregados sobre las causas del suicidio, y solamente obtiene información estadística sobre el suicidio como causa de muerte en las estadísticas de defunciones.
[6] Durante la crisis económica de 2008-2014, los suicidios suscitaron una mayor alarma social y recibieron una renovada atención mediática, sobre todo en los casos en los que fueron consecuencia directa o indirecta de un desahucio o ejecución de hipoteca por impago de la hipoteca o alquiler.
[10][11] En España el suicidio no es un delito, pero sí se castiga su facilitación o instigación por parte de terceros.
El artículo 143 del Código Penal español reza que «[e]l que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años».