La sumisión química es el término utilizado para definir el uso, sin consentimiento, de sustancias psicoactivas con fines delictivos.
[1] La sumisión química puede inducirse a través del consumo o a través de la inoculación de la sustancia psicoactiva.
[2] Los delitos más frecuentes llevados a cabo bajo sumisión química suelen ser los de índole sexual, aunque también puede utilizarse para llevar a cabo robos, malos tratos o extorsión.
[3] En los últimos años han aumentado los casos de agresiones sexuales bajo sumisión química, habiéndose reportado en España en agosto de 2022, 162 infracciones penales por sumisión química en los pasados 3 años.
[4] En el 80% de los casos registrados en España, los autores son conocidos del entorno de la víctima.