Es Jonathan el que acaba con los vampiros mientras Buffy sólo mata a un par de ellos.
Spike aparece y se muestra respetuoso con Jonathan, pero no así con Buffy.
Ella dibuja un símbolo que observó en la cabeza del demonio y Jonathan comienza preocuparse.
Finalmente les dice que él se hará cargo de la situación.
Todos están bajo un hechizo menos él, que por su estructura molecular está más allá de los humanos, demonios o cualquier ser vivo.
De repente Jonathan entra y da una explicación extraña sobre su cicatriz que no convence a Buffy.
Buffy logra que Jonathan no muera con el demonio y todo vuelve a la normalidad.