La ciudad estaba ubicada al sur del centro de la actual Susa y se llamaba Hadrumetum.
Los árabes no la restauraron y construyeron una nueva fortaleza un poco al norte, que recibió el nombre bereber de Susa.
Aquí construyeron un gran astillero, donde lanzaron barcos mercantes y militares que participaron en la conquista de Sicilia.
Durante este periodo, los soldados y misioneros franceses también encontraron e investigaron varias catacumbas cristianas[4], que hoy en día son las más importantes de Tunicia[5].
Susa sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial cuando las fuerzas aliadas intentaron evitar que los nazis utilizaran las instalaciones portuarias.
Fue completamente liberado en 1943, y a partir de los años 80 del siglo XX comenzó su activo desarrollo como centro turístico.
En el Sahel se han plantado eucaliptos, pinos y otros árboles poco exigentes gracias a un programa gubernamental de larga data.
Las fuertes lluvias cesan alrededor de mayo y llega una verdadera primavera cálida a Susa.
Unos 1.200.000 visitantes acuden cada año para disfrutar de sus hoteles y restaurantes, discotecas, casinos, playas e instalaciones deportivas.
Susa se considera un destino turístico popular, especialmente debido a su vida nocturna.
Los mejores productores y DJs de la danza vienen a tocar en los distintos clubes.