Las cámaras digitales son la mejor opción ya que permiten transmitir datos rápidamente.
Los fondos deben ser neutros para no restar importancia al motivo principal.
El esquema de iluminación y composición a seguir debe ser simple.
Debe elegirse un encuadre interesante tratando que el horizonte no divida la imagen en dos partes iguales.
Por debajo de los diez metros la luz natural adquiere un color azulado que puede corregirse mediante filtros.
El objetivo más utilizado es el gran angular que reduce la columna de agua entre la cámara y el sujeto.