[cita requerida] Como sedante tuvo un gran éxito popular ya que, en un principio, se creyó que no causaba casi ningún efecto secundario y, en caso de ingestión masiva, no resultaba letal[cita requerida].
Una vez comprobados los efectos teratogénicos nocivos del medicamento (que provocaban malformaciones congénitas) descubiertos inicialmente por el doctor Widukind Lenz[1] y su compañero de la Clínica Universitaria de Hamburgo, el español Claus Knapp,[2] este fue retirado en los países donde había sido comercializado bajo diferentes nombres.
Este descubrimiento produjo que a partir de ese momento se tuviese en cuenta la estereoisomería en moléculas, utilizando el sistema R/S actual.
La talidomida se comercializó con estos nombres (entre otros): Imidan, Varian, Contergan, Gluto Naftil, Softenon, Noctosediv, Entero-sediv, Entero-Sediv-Suspenso… El fármaco provocó la denominada "catástrofe de la talidomida", ya que miles de bebés nacieron en todo el mundo con severas malformaciones irreversibles.
[6] Estas reformas requerían "límites más estrictos para las pruebas y la distribución de nuevos medicamentos",[7] para evitar problemas similares.
[9] Se ha usado con éxito y como terapia alternativa o de segunda elección para enfermedades como: lupus eritematoso discoide, enfermedad de Behcet, eritema nodoso, tratamiento complementario paliativo para tuberculosis, cuando surge resistencia múltiple a los medicamentos de base (isoniacida y rifampicina), lepra, enfermedad injerto contra huésped, úlceras aftosas en pacientes con VIH, estomatitis aftosa recurrente, prúrigo nodular, prúrigo actínico y mieloma múltiple.