[2] Su pelaje posee tonalidades brillantes, desde un color rojizo hasta uno canela, sobre el que se dibujan cinco franjas (normalmente negras) de idéntica anchura y separación.
Son pequeñas en comparación con otros miembros del género Tamias, con un peso que varía entre 30 y 70 g (las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos) y una longitud de 181 a 245 mm.
[2] Para llevar las semillas y otros alimentos a sus madrigueras, utilizan las bolsas de sus mejillas.
Al llegar el otoño comienzan a almacenar comida para pasar el invierno.
Los recién nacidos son altriciales y permanecen en la madriguera hasta alcanzar las seis semanas de edad.