Tarta Dobos

[1]​[6]​ Entre quienes la probaron allí estaban Isabel de Wittelsbach (Sissi) y Francisco José I.

[1]​[6]​ En la década siguiente,[7]​ la tarta se volvió muy popular tanto en el Imperio austrohúngaro como en otros países europeos, ya que podía conservarse más tiempo sin refrigeración y su aspecto sencillo contrastaba con el de las tortas profusamente decoradas de la época.

[2]​ Dobos mismo las vendía en sus viajes por Europa y también las exportaba desde su negocio, en cajas de madera que él había diseñado.

[2]​ Debido a la demanda, otras pastelerías de Pest intentaron reproducir la tarta, aunque sin éxito.

[7]​ Finalmente, Dobos donó la receta al gremio de pasteleros (Cukrászok és Mézeskalácsosok Ipartestületének) en 1906.