Presenta la particularidad de que el ocular se sitúa prácticamente en el centro de basculación del telescopio, lo que simplifica su manejo (minimizando los desplazamientos del observador cuando se apunta el instrumento) y facilita la instalación de equipos auxiliares pesados (como espectrógrafos).
Un tercer espejo plano, comparativamente pequeño, refleja la luz hacia uno de los costados del telescopio (un orificio central en el espejo primario también puede recibir el foco del montaje Cassegrain si existe la posibilidad de retirar el espejo terciario).
Esto significa que el ocular, cercano al eje de basculación del telescopio, no se desplaza arriba y abajo cuando se apunta el telescopio.
Esta configuración también permite utilizar equipo auxiliar pesado sin alterar el equilibrio del telescopio ni aumentar la fuerza necesaria para accionar el instrumento, lo que supone una ventaja significativa para utilizar espectrógrafos y otros instrumentos pesados habituales en los observatorios de investigación.
De igual forma, el telescopio aerotransportado SOFIA utiliza este diseño.