La temperatura de descomposición autoacelerada (TDAA) es la temperatura más baja a la que un material o sustancia química puede sufrir una descomposición exotérmica.
Se aplica a las materias autorreactivas de la clase 4.1 y a los peróxidos de la clase 5.2, según el Acuerdo ADR.
[4] El calor generado puede provocar la autoignición de los vapores inflamables.
[5] Aunque algunos peróxidos orgánicos pueden almacenarse con seguridad a temperatura ambiente, la mayoría requieren algún tipo de control de la temperatura.
Para largos periodos de almacenamiento, el peróxido orgánico generalmente se mantiene a una temperatura inferior a la temperatura máxima de almacenamiento seguro, según lo determinado por su TDAA.