Las paredes del templo están cubiertas con granito gris y blanco con motas de cuarzo.
El vitral recuerda al agua, abundante en el estado y los árboles de hoja perenne estilizados con ciertos patrones se asemejan a los diseños nativos y que se utilizan para adornar el mobiliario interior del templo.
El candelabro del salón celestial pesa 700 libras (317,5 kg) y cuenta con miles de cristales húngaros y 140 luces que le dan un lustre dorado al salón desde el exterior.
El tamaño inicial resultó inadecuado para las funciones en Anchorage, por lo que se agregaron 4000 pies cuadrados (37 161,2 dm²) en 2004.
Anterior a su rededicación, recibió cerca de 10 mil visitantes quienes dieron una gira por el interior del templo.
La capilla que funcionó como centro de estaca fue reconstruida durante el año siguiente.