En 1850 el convento sufrió de exclaustración al ser adquirido por el gobierno federal.
Durante la guerra de Reforma, el convento fue transformado en cuartel militar.
El convento terminó siendo fraccionado, nada más permaneciendo el templo principal en la esquina de la manzana.
La entrada principal es una puerta de madera del orden toscano.
Tiene cuatro bóvedas de crucería, una para el coro, dos en camino al altar y una para el presbiterio.