Fieles Santos de los últimos Días enlistados en el servicio militar estadouniense arribaron a las islas Filipinas con las tropas estadounidenses durante la guerra hispano-estadounidense y regresaron a las islas durante la Segunda Guerra Mundial celebrando sus reuniones religiosas por su propia cuenta sin contratar a un clero profesional.
El barco estaría en puertos principales con la finalidad de permitir a sus devotos entrar para hacer sus ceremonias eclesiásticas durante el tiempo que el templo naval estuviera en su isla.
La construcción del templo se vio retrasada por eventos civilies incluyendo el asesinato del senador filipino Benigno Aquino acompañado de posteriores disturbios y manifestaciones en el área capital.
El gobierno filipino tenía restricciones relacionadas al importe de telas y ropa por lo que la iglesia se vio imposibilitada de importar el gárment del templo, requisito para la investidura SUD.
Los toques finales y empaquetamiento de las prendas fueron llevadas a cabo por fieles previamente investidos en un templo.
El día previo a la casa abierta del templo, las filipinas fue golpeado por dos poderosos tifones, incluyendo el ciclón Ike, denominado tifón Nitang en las filipinas, causando la muerte de cerca de dos mil personas.
[6] Este desastre natural hizo que muchos de los fieles pospusieran su viaje a la casa abierta del edificio.
[7] El mismo día de la casa abierta del templo el Monte Mayón hizo erupción, enviando cenizas al aire.
Al templo, por su cercanía a las comunidades, también asisten miembros provenientes de toda Filipinas, Guam, Micronesia, Chuuk y las Islas Carolinas.
[10] Los rebeldes se enfrentaron con fuerzas militares del Campo Aguinaldo, incluyendo breves ataques aéreos.