Al menos 213 personas murieron,[1] 106 resultaron heridas (incluyendo a varios de los rescatadores)[2] y al menos 50 desaparecieron, mientras que 1.410 personas quedaron damnificadas tras la pérdida de sus hogares.
[6] Las inundaciones particularmente afectaron a la ciudad de Río de Janeiro, donde fallecieron al menos 37 personas, y sus áreas circundantes.
También se reportaron víctimas en las ciudades de Niterói, São Gonçalo, Paracambi, Nilópolis, Magé y Petrópolis.
[1][6] Varios municipios, incluyendo Niterói, Maricá y Araruama, declararon estado de emergencia por la calamidad pública ocurrida a causa del temporal.
[7] Ambas favelas fueron asentadas sobre un antiguo vertedero,[8] lo que facilitó el derrumbe de las viviendas debido a la inestabilidad de la superficie y porque el gas metano presente, producido por la descomposición de la basura, provocó una explosión en la zona que facilitó la caída de las casas.