En la antigua Grecia, la tenia (en griego antiguo: ταινία, plural: ταινίαι; en latín: taenia, pl: taeniae) consistía en una cinta larga de tela para el cabello.
[1][2] Según Pausanias, los dioses también se ataban los cabellos con tenias.
[3] Además, durante las festividades religiosas, eran adornadas con ellas las estatuas de culto, árboles y monumentos, así como en los funerales los difuntos.
Un adorno similar, la diadema, era llevada por los soberanos como símbolo de realeza y con la ínfula se ceñía la frente de los animales ofrecidos en los sacrificios.
Estas cintas fueron después adoptadas por los romanos.