El personaje que da título al diálogo, Teeteto, había sido discípulo de Teodoro.
Teodoro trabajó en campos tan diversos como la filosofía, la astronomía, la aritmética, la música y la educación.
Pitagórico, creía que la alegría y el juicio eran la base para llegar a la felicidad.
Es conocido sobre todo por su trabajo matemático, donde probó la irracionalidad de las raíces de los números enteros no cuadrados (2, 3, 5...) al menos hasta 17 a base del método tradicional pitagórico de usar la reducción al absurdo y llegar a una inconsistencia relacionada con pares e impares.
[2] También desarrolló la espiral que lleva su nombre usando el Teorema de Pitágoras y añadiendo perpendicularmente a un segmento una unidad lo que forma triángulos cuyas hipotenusas son las sucesivas raíces gráficamente.