[1][2] La amplia actividad filantrópica de Soros y su apoyo a causas liberales y progresistas le han convertido en blanco de estas teorías.
Según Verónica Bondarenko, de Business Insider, algunos ven a Soros como un «titiritero que controla en secreto la economía y la política mundiales» desde hace más de dos décadas.
[3] The New York Times ha señalado que, en 2018, estas acusaciones habían pasado de fuentes marginales al discurso político dominante.
[6] Muchos críticos ven a Soros como el líder de un supuesto conciliábulo internacional, a menudo vinculado con otros judíos y sociedades secretas (como los Rothschild, la masonería o los Iluminati), según el antropólogo Iván Kalmar.
[8][9][10] Estas afirmaciones han sido amplificadas por medios de comunicación y figuras políticas conservadoras estadounidenses; incluida una ocasión en la que el entonces presidente Donald Trump tuiteó que Soros respaldaba las protestas contra la nominación de Brett Kavanaugh al Tribunal Supremo de los Estados Unidos.