[7] Por su color y mestizaje mulato no se le permitió continuar su educación allí.
[5] Se mudó a la ciudad caribeña de Cartagena para completar sus estudios secundarios en el Colegio Pío X,[3] obteniendo una maestría en inglés y francés.
Teresa Martínez de Varela fue considerada una mujer dinámica, vital, locuaz, enérgica, emprendedora y hasta quejumbrosa.
Durante sus años de madurez expresaba saber que su obra sería reconocida en el futuro.
[11] Publicó obras dramáticas como El nueve de abril, en protesta por el asesinato en 1948 del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán; Las fuerzas armadas; La madre fósil.
[3][8] También hizo contribuciones en el campo musical, por ejemplo su ópera, La virgen loca, que dedica al político chocoano Diego Luis Córdoba.
[11] En 1983 publicó Mi Cristo negro a modo de comentario a la ejecución del poeta y polifacético Manuel Saturio Valencia, personalidad chocoana reconocido por haber sido la última persona ejecutada bajo pena de muerte en Colombia.
Encuentra durante la investigación, llevada a cabo durante su periodo trabajando como secretaria de juzgado, sobre la vida de Saturio, una representación de sí misma reconocer las dificultades que representan el pertenecer y no pertenecer debido a su raza y así se comienza a reconciliar con su negritud.
[12] Fue invitada por el poeta Jorge Rojas, quien en ese entonces era el primer director del Instituto Colombiano de Cultura, para recorrer el país y presentar su poesía.
[3] En 2009, Úrsula Mena Lozano publicó la biografía En honor a la verdad, reavivando el interés y la valoración de la autora.