Terpandro

Estas canciones populares no se consideraban ocupación indigna de los hombres eminentes: las hicieron personas tan respetables como Solón, Platón y Aristóteles.

Terpandro pasa también por ser el inventor del barbitón y del heptacordio (lira de siete cuerdas), añadiendo tres cuerdas más a la lira de cuatro.

Fue acusado ante el senado de Esparta por haber añadido a su lira las cuerdas que producían los nuevos sonidos.

Otra cosa indigna fue que al presentarse Terpandro con su lira, que llevaba ya siete cuerdas, a competir en los Juegos Olímpicos donde se disputaban los premios grandes personalidades como Sófocles, Esquilo y otros eminentes griegos, el jurado, conservador también, lo obligó a romper las cuerdas de los nuevos sonidos.

En primer lugar, con ellos nacieron, a la vez, nuestra escala diatónica mayor y los semitonos.