[1][2][3] Casi 7.000 familias resultaron afectadas y se estima que 16.000 casas quedaron destruidas o dañadas.
[5] Murieron varios miles de animales y se destruyeron cultivos e infraestructuras.
[6] Como muchas naciones menos desarrolladas, Afganistán no estaba preparado para afrontar este tipo de desastre natural.
[1] También se sintió en Mazar-e Sharif, Kabul, Andiján, Samarcanda, Islamabad, Peshawar, Rawalpindi y Dusambé.
[1] Las Naciones Unidas y varias organizaciones no gubernamentales participaron en los esfuerzos de socorro en la zona afectada.