Aunque no se reportaron daños significativos inmediatos, las autoridades emitieron alertas de tsunami para varias localidades costeras, las cuales fueron posteriormente levantadas.
Poco después, se observaron pequeños tsunamis en las costas de Miyazaki y Kochi.
Aunque las olas fueron modestas, la Agencia Meteorológica de Japón mantuvo la alerta por algún tiempo, dado que podrían haberse producido tsunamis adicionales.
No obstante, la alerta fue finalmente levantada sin que se reportaran daños significativos ni víctimas.
Aunque el terremoto y el posterior tsunami fueron relativamente leves en cuanto a daños materiales, hubo algunos heridos.
En cuanto a la infraestructura, Japón cuenta con estrictos estándares de construcción diseñados para soportar terremotos, lo que ayudó a minimizar los daños en la mayoría de las áreas afectadas.